"El revólver en la cabeza de la vicepresidenta de la Nación, es un poco un revólver en la cabeza de todos los argentinos"

Tras el atentado a Cristina Fernández de Kirchner, ocurrido este jueves en el barrio porteño de la Recoleta, la Diócesis de Río Gallegos emitió un comunicado repudiando lo sucedido y convocando a la comunidad a hacer una oración por la paz.

El obispo de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Jorge García Cuerva, en comunicación con EL MEDIADOR afirmó “estoy convencido de que este hecho es desencadenante de un círculo de violencia que vivimos desde hace mucho tiempo, esa famosa grieta, el terrorismo de las redes que advertía en su momento el papa Francisco”.

“Lo de anoche que pasó un límite, más allá de lo político, ver un revólver en la cabeza de la vicepresidenta de la nación, me parece que es un revólver en la cabeza del pueblo argentino”, expresó.

Y prosiguió: “Sigo recibiendo en mi celular un montón de memes y chistes referidos a que falló el arma, por un lado; y, por otro, el mensaje de los obispos que convocamos a la paz en comunidad. Todo se pone en discusión y parecería que no aprendemos más, me preocupa y mucho”.

“Somos todos tan violentos, que si las cosas no son como yo quiero, parecería que todo vale la pena ser descalificado y dejado de lado, deseo profundamente que esto cambie”, enfatizó el obispo, y concluyó “lo que veo en estas primeras horas, a mí me preocupa”.

PEDIDO ESPECIAL DE LOS OBISPOS DE LA DIÓCESIS
Ante los hechos públicamente conocidos que sólo expresan violencia extrema, intolerancia y odio, invitamos a todos más allá de diferencias ideológicas o de credos a unirnos en una oración a Dios por la paz en nuestra Patria.

Sugerimos que en todas las parroquias y comunidades de la diócesis, en el día de hoy y en las distintas misas y celebraciones del fin de semana, se rece la oración de San Francisco de Asís para ser todos instrumentos de paz en un momento tan convulsionado del país

ORACION: 
Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.

Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto 
ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.

Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.

Nos encomendamos a Nuestra Señora de Lujan, a quien le pedimos interceda por nuestra Argentina

Mons Jorge García Cuerva: 
Mons. Fabían González Balsa