"Gato renunciá que te vamos a correr bala" fueron las palabras que con tono amenazante le dijo un manifestante del gremio de UTA Santa Cruz (identificado con una campera de dicho Sindicato) al intendente Pablo Grasso en las puertas de la Municipalidad de Río Gallegos. El jefe comunal había decidido salir a hablar y tratar de dialogar con los manifestantes, quienes lo increparon, amenazaron y aseguraron que "prenderían fuego el Municipio".

Además arrojaron una bengala encendida en las cajas de recaudaciones ubicadas sobre Av. San Martín, inauguradas hace pocos días, y varios neumáticos que arrojaron con la idea de prenderlos fuego. Por la situación, el Municipio presentó una denuncia penal en la Justicia y pidió la intervención del Ministerio de Trabajo de la provincia para que a través de dicha cartera se logre conciliar en el reclamo.

En diálogo con el programa radial EL MEDIADOR, Diego Robles, Secretario de Hacienda de la Municipalidad de Río Gallegos sentenció "la situación fue tensa e incómoda, que rayaba totalmente los límites del sistema democrático. Esto nos retrotrae a períodos oscuros y viejos de la historia, no se que grupo puede pensar que a partir de violencia e insultos se pueden conseguir cosas. Tiran bengalas, prenden fuego cosas, los vecinos que se acercan a la Municipalidad a realizar sus trámites tiene que aguantar a una horda de inadaptados que actúa de esa manera. No se entiende”.

Robles sostuvo que algunos de los manifestantes fueron identificados y mantuvieron conversaciones con funcionarios municipales, sostuvo que algunos eran empleados de MAXIA y otros forman parte de una fuerza de choque del gremio de UTA, a partir de esto concluyó: “El nivel de agresividad y el insulto al Intendente, amenazándolo de muerte, es un papelón. Es realmente inentendible esta respuesta contra el Intendente y contra los funcionarios municipales”.

El titular de la cartera económica del Municipio aseguró que tal vez el trasfondo de la manifestación tiene que ver con la incorporación de trabajadores en los listados de la empresa, "trabajadores que aparecen desde el mes de julio, cuando MAXIA ya había informado que se iba de la ciudad en junio. Es una situación extraña. La empresa informa que hay un directivo nuevo que está en Comodoro Rivadavia y dos trabajadores más que aparecen desde el 18 de julio con contrato retroactivo al 1 de julio, cuando no estaban en los listados del personal. Acá hay connivencia o arreglo de algún tipo y el Municipio no tiene nada que ver con esto".

Robles lamentó la imagen que la situación deja para quien pudiera estar interesado en venir a prestar el servicio en la ciudad, "estaba direccionado, había una intencionalidad y estuvimos muy cerca de que pasara cualquier cosa". "Es totalmente repudiable y si es la forma de intentar conseguir cosas, apretando, actuando con coerción. nos preocupa, porque el Municipio lo único que ha hecho es hacerse cargo de la situación, cosa que la empresa no hizo".