Por los octavos de final de la UEFA Champions League, el París Saint Germain perdió 2-0 en el encuentro de vuelta ante el Bayer Munich y quedó eliminado de la competencia más importante del Viejo continente. Con Lionel Messi y Kylian Mbappé en cancha, el elenco francés quedó completamente disminuido ante el avasallamiento de los teutones, que encontraron en el complemento los dos goles para sentenciar la serie.

Tras consumarse el resultado y, por ende, la eliminación del PSG, un fanático se animó a saltar el alambrado y esquivar el cerco de seguridad del Estadio Allianz Arena con el propósito de obtener una foto con Messi, quien despierta pasiones alrededor de todo el mundo, sin importar la camiseta que lleve consigo.

Ante el pitido final del árbitro Daniele Orsato, los jugadores del París emprendieron la retirada del campo de juego y un pequeño, con una remera celeste, llegó hasta la mitad de cancha donde se encontraba el rosarino. Sin embargo, no pudo cumplir su prometido debido a que se patinó en primera instancia y, luego, al querer ponerse de pie, recibió la agresión de las personas encargadas de la seguridad.

Asombrado por la situación, Messi atinó, en primera medida, a querer disuadir a las fuerzas de seguridad con la mirada, pero sin obtener el efecto deseado, siguió su camino hacia los vestuarios junto al resto de sus compañeros, quienes mostraban un semblante de profunda tristeza al recibir esta pronta eliminación de la competencia.

 Un año que comenzó de manera desfavorable

Tras el Mundial de Qatar que determinó la consagración de la Argentina, con Lionel Messi como bandera futbolística, el astro rosarino retornó a Francia, el país al que enfrentó en la final de la Copa del Mundo, para vestir nuevamente los colores del París Saint Germain.

Lejos de continuar con los éxitos conseguidos en Medio Oriente, Messi se encontró con un equipo que sintió las ausencias de Kylian Mbappé y de Neymar, dos integrantes importantes en la formación titular y en el rendimiento colectivo del PSG.

El primer traspié importante de la escuadra parisina fue el 8 de febrero cuando, en el marco de la Copa de Francia, quedó eliminado tras caer ante Olympique de Marsella como visitante. Un mes después, en Alemania, selló su eliminación ante el Bayern Munich, un rival que le ganó en su casa y también en su recinto.

El PSG demostró no tener las herramientas suficientes para imponerse ante contrincantes de fuste, a pesar de tener entre sus filas a jugadores que a finales del año pasado se encontraban disputando la final de un Mundial.

La última competencia en pie que le queda al conjunto dirigido por Christophe Galtier, es el certamen doméstico, donde le lleva 8 puntos de diferencia al Marsella, su principal seguidor. Todo se encaminaría a la obtención de un nuevo título, que lejos está de saciar las necesidades principales de un club que se preparó para competir ante los mejores equipos del mundo y hoy ve todo desde afuera.

FUENTE: LA NACIÓN