¿Corre peligro el pago de haberes en la administración pública de Santa Cruz?

Los números de la provincia cayeron estrepitosamente. Las proyecciones que tenía Economía se vieron alteradas por la situación del coronavirus, la caída en la recaudación y la situación del mercado petrolero. Se necesitan hoy 3.600 millones de pesos para cubrir sueldos de los empleados públicos, inyectar los aportes a las Cajas provinciales y asistir a los Municipios para el pago de los salarios. Esto podría complicar el pago de haberes de los trabajados públicos. ¿Volvería el pago desdoblado?.

LA PROVINCIA 26/04/2020 Roberto Torres Roberto Torres
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Los ingresos que el Ministerio de Economía de la Provincia de Santa Cruz tenía proyectados para estos meses del período 2020, se han visto totalmente alterados.

Con la firma del Decreto N° 314/20, Alicia Kirchner declaró a fines de marzo la emergencia económica y comercial por 180 días en todo el territorio. Allí se establecieron medidas para el sector comercial y empresarial, la prórroga de vencimientos impositivos, la suspensión de cortes de servicio por parte de SPSE y Distrigas en caso de falta de pago, y líneas de préstamos a tasa blanda para sortear el parate económico que impuso el coronavirus en la actividad económica provincial.

La suspensión de actividades establecida por el Decreto presidencial que dio origen al aislamiento social, preventivo y obligatorio, le impuso a los Estados un disminución de fondos en términos de recaudación impositiva. En Santa Cruz, la ASIP (Agencia Santacruceña de Ingresos Públicos) avanzó con una adecuación de tasas, prorroga de vencimientos y suspensión de intereses. todo en sintonía con el Decreto rubricado por la gobernadora, bajando sustancialmente los niveles de recaudación que mantenía desde hace meses.

A la caída de ingresos por recaudación propia, se le sumó el contexto de un mercado petrolero al borde del colapso. La falta de demanda del petróleo ha generado una crisis global. Argentina no escapa a esto y mucho menos Santa Cruz. Las plantas de almacenaje están al límite de su capacidad, y las operaciones que se han logrado concretar para aliviar la situación se han realizado a valores ínfimos,

Tampoco hay consumo interno, la totalidad de las estaciones de servicio de la ciudad reconocen una caída sustancial en ventas, ya que disminuyó la cantidad de vehículos en movimiento como consecuencia de la cuarentena. Las provincias petroleras que integran la OFEPHI, siguen sin poder fijar un "precio sostén” para el crudo que se consuma en forma interna en el país, un valor que no puede estar por debajo de los U$S 50,00 para que sea viable la actividad. Pero hasta ahora las negociaciones siguen sin poder avanzar y el valor del barril se sigue precipitando.

Sin un valor para el "barril criollo", el panorama para las provincias productoras es preocupante. Ya Santa Cruz sintió el primer impacto en la liquidación de regalías que se concretó hace unos días y nada hace suponer que podría variar para la próxima liquidación. También el coronavirus impuso otro ritmo y distintas prioridades a las economías y actividades productivas, y la industria petrolera tampoco escapa a esto.

Caída la recaudación y caídas las regalías, la economía provincial sufre dos impactos letales en sus números. Y esto se suma la reasignación de fondos que ha impuesto la atención de la pandemia, compras y afectación de recursos que no estaban pensados ni mucho menos presupuestados.

Es un hecho que el balance de las arcas provinciales dependerá en gran medida de los aportes que desde Nación pudieran facilitar, no sin desconocer que el Estado argentino tendrá la misma demanda de la totalidad de los distritos provinciales y por ende, una mayor distribución de recursos.

El Ministerio de Economía necesita hoy 3.600 millones de pesos para cubrir sueldos de los empleados públicos, inyectar los aportes a las Cajas provinciales y asistir a los Municipios para el pago de los salarios. Con las proyecciones que había presupuestado, a pesar del déficit, lograba mantener equilibrada la economía sin mayores sobresaltos. Pero la pandemia lo cambió todo, incluso la economía.

Fuentes del gobierno aseguran que se está tratando de no alterar el pago de haberes de los empleados públicos, tanto activos como pasivos, incluso más allá de que la gran mayoría de la administración central está sin actividad ante el aislamiento decretado. Aunque la realidad en términos económicos es que los ingresos disminuyeron, y mucho.

El fantasma del pago desdoblado reapareció frente a este contexto de incertidumbre. Es decir, cumplir con el compromiso salarial, pero sin una fecha cierta dentro del mes, una modalidad que los santacruceños conocen ya que no hace mucho tiempo atrás se logró después de años equilibrar el pago salarial en los primeros días del mes. Es una variable posible, aunque no la más deseada por el gobierno. Sin embargo, peor sería no poder cumplir directamente con el pago de haberes.

Todo dependerá, reconocen en Economía de cómo se vayan dando las proyecciones hacia adelante, y cómo las restricciones de la pandemia se vayan flexibilizando, se reactive la actividad económica y de a poco, se retome un poco de normalidad. En medio de esta realidad, la posibilidad de otorgar aumentos salariales negociados en paritarias, parece muy improbable. La declaración de la emergencia económica otorga el marco de urgencia y es la herramienta de la cual se vale hoy el gobierno para no avanzar en una eventual recomposición salarial. Sin paritarias, sin aumento, el Estado provincial buscaría cumplir sus compromisos, por lo menos hasta que las proyecciones puedan dar certidumbre y realidad, a una economía que también terminó atravesada por el coronavirus.

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