Centro Cultural Kirchner: la Feria del Libro Infantil abrió y llenó

La 30° edición del evento literario más esperado para niños y adolescentes se llevará a cabo hasta el 31 de julio en el Centro Cultural Kirchner. Hay lecturas, talleres, teatro y experimentos. Es gratis.

OCIO Y ESPARCIMIENTO 12/07/2022
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Ni el viento helado ni la lluvia intermitente impidieron que, después de dos años de ausencia por la pandemia, la 30° edición de la Feria del Libro Infantil y Juvenil llenara el Centro Cultural Kirchner (CCK) de niños y adolescentes a pocos minutos de su apertura. Tras las últimas dos ediciones virtuales, el evento más esperado de las vacaciones de invierno, organizado por la Fundación El Libro, inauguró este lunes y se extenderá hasta el 31 de julio con entrada libre y gratuita.

Durante los 20 días de duración de la Feria, niños y niñas de todas las edades podrán disfrutar de distintos espacios en los que se desarrollan las actividades más variadas. En la sala 121, hay una programación diaria de “cuentacuentos”, con experiencias de narración oral, kamishibai (teatro de papel japonés), lecturas en voz alta, teatro de sombras y títeres. En la sala 102, por su parte, se lleva a cabo el “Rincón de Ciencia Melquíades”, un espacio de experimentación científica en honor al personaje ficticio de Gabriel García Márquez en el que los asistentes podrán participar de talleres de astronomía, imanes, explosiones y más.

La primera semana, antes del comienzo de las vacaciones de invierno en CABA, la Feria del Libro Infantil y Juvenil abrirá sus puertas desde las 9 de la mañana. A partir del 16 de julio, sin embargo, las actividades arrancarán desde las 14. Ezequiel Martínez, director general de la Fundación El Libro (FEL), explicó: “Abrimos una semana antes de las vacaciones para que en esta primera semana puedan venir los chicos de las escuelas para disfrutar desde temprano con sus maestras y maestros y participar de todas las actividades que programamos”.

Después del éxito rotundo de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se llevó a cabo en abril y mayo de este año y rompió todos los récords con una asistencia de más de 1.300.000 personas, Martínez espera que esta nueva edición de la Feria Infantil y Juvenil siga los pasos de la otra. “Finalmente pudimos volver, como tantas otras cosas que, de a poco, empiezan a aparecer después de la pandemia. Esperamos que sea tan masiva y convocante como la ‘Feria normal’. Por suerte, apenas a una hora de su apertura, ¡ya está repleta de chicos!”, dice el director de la FEL sin esconder su emoción.

En los 70 puestos emplazados en la planta baja del CCK pueden encontrarse alrededor de 60 editoriales, entre las que se incluyen grandes grupos, como Penguin Random House, pero también editoriales independientes y autogestivas de menor tamaño, como Marea o Limonero. También, al igual que en la Feria del Libro, entre los expositores se encuentran algunas librerías, desde grandes cadenas como Cúspide hasta librerías de saldos como El túnel o El atril, ideales para encontrar grandes ofertas en un contexto en el que los precios de los libros son cada vez menos permisivos.

Las ofertas, de hecho, son los únicos precios a la vista que decoran los coloridos puestos. Por lo demás, la ausencia de números y la obligación de preguntar “cuánto duele”, como dicen entre risas un grupo de madres, es una prueba los aumentos desmedidos que sufrió la industria editorial por la crisis del papel que viene dificultando la producción desde enero y la incertidumbre tras la renuncia del ministro de Economía Martín Guzmán.

“¿Te sobró plata?”, le pregunta una estudiante de secundaria a una de sus compañeras que, como única respuesta, le mostró las abultadas bolsas en las que llevaba una cantidad ridícula de cómics, uno de los géneros con mayor presencia en esta Feria. Al final del pasillo, entre los gritos de emoción de los niños y las reprimendas de sus maestras, se escucha el berrinche de un chico que, con las manos llenas, no sabe qué libro de Gaturro dejar ante la inamovible decisión de su madre de no llevar más de tres.

“Nosotros vinimos con 5 mil pesos para que las mellis se elijan algo pero, por lo que veo, nos quedamos un poco cortos”, dice Ana, una enfermera oriunda de Quilmes, mientras sus dos hijas chusmean las últimas reediciones de Harry Potter, que no bajan de los 8.500 pesos cada una. Maribel, maestra de primaria de una escuela del barrio porteño de Caballito, comentó que, en su caso, le sugirieron a los padres un monto estimativo de mil pesos por chico. “Está todo carísimo, pero si buscás hay lindas ofertas. Recién en Colihue compré cuatro libros por 700 pesos. ¡Se-te-cien-tos!”, dice la maestra marcando cada sílaba antes de salir corriendo para evitar que uno de sus alumnos tire abajo una pila de libros cuidadosamente ordenada.

A medida que avanza la mañana y llegan más “batallones” escolares comandados por sus maestras, el lustroso orden de los puestos empieza a ceder ante el manoseo de los niños que, con una voracidad inusitada, se lanzan ante los libros que más captan su atención. Quienes atienden, sin embargo, tal vez acostumbrados a trabajar con infancias, no parecen afectados por el caos. “¡Decime si no son una ternura!”, dice uno de los repositores mientras una manada de chicos le saca de las manos los cómics de The Walking Dead.

Además de la fuerte presencia de los cómics, mangas y libros gráficos, entre los que se destacan historias de superhéroes que también figuran en películas y videojuegos, una de las publicaciones más buscadas de la Feria Infantil y Juvenil es Heartstopper, la saga de amor adolescente en la que se basó el éxito homónimo de Netflix. Además de ser el plato fuerte del puesto de V&R, editorial que los publicó en español, los libros de la inglesa Alice Oseman tienen un lugar central en varios de los casi 70 stands ya que, de los 10 libros más vendidos en grandes cadenas de Argentina, la mitad son del universo de Heartstopper.

Sin embargo, más allá de las figuritas repetidas, algo que destaca al universo editorial infantil y juvenil es su variedad. Hay lecturas para todo tipo de niños y niñas, así como para todo tipo de padres y madres: desde textos religiosos hasta libros que explican los fenómenos más variados, como la muerte, la anarquía, el cambio climático o las vitaminas.

Quienes busquen interiorizar a sus hijos en la diversidad, encontrarán en el espacio Infancias Libres a tres editoriales que se unieron para tener un puesto en la Feria, algo que se puso de moda en las últimas ediciones ante los altos precios de alquiler. Muchas Nueces, Oasis y Chirimbote se enfocan en una parte de la industria que no paró de crecer en los últimos años, en parte gracias al auge de la visibilidad de la comunidad LGBT+. Entre sus catálogos, se destaca la “Colección Antiprincesas”, una serie de biografías de mujeres destacadas de Latinoamérica como Eva Perón o Juana Azurduy, y los libros de la artista trans Susy Shock, cuya obra está dedicada en gran parte a la importancia de fomentar infancias libres y diversas.

En la última edición presencial antes de que la pandemia obligara a ceder ante la virtualidad, casi medio millón de personas visitaron la Feria del Libro Infantil y Juvenil. Esta vez, aunque las autoridades no quieran dar números concretos de las expectativas, todo está preparado para superar esas cifras. Ezequiel Martínez, el director de la fundación que organiza el evento, explicó que, aunque la “Feria grande” sea un éxito y también tenga un gran influjo de infancias y juventudes, esta Feria, a la que no se anima a tildar de “chica”, sigue siendo tan necesaria como cuando se creó hace ya tres décadas.

“Este es un público muy específico. La literatura infantil y juvenil tiene sus propias dinámicas. Desde lo comercial es una franja que siempre produce cosas de muy buena calidad. Por suerte en Argentina tenemos excelentes narradores. Y en la Feria grande eso se pierde, se dispersa. Nos gusta enfocarnos en este público infantil y juvenil porque es la manera de la Fundación El Libro de acercarnos a estos nuevos lectores potenciales con propuestas pensadas específicamente para ellos: talleres, jornadas docentes, debates y más, todo para acercarlos al mundo del libro e incentivar la lectura. Queremos que en estas próximas semanas el CCK se llene de niños. ¡Esperamos que los números exploten!”, se entusiasma Martínez. El arranque masivo le da motivos.

Todo lo que hay que saber
♦ La Feria se lleva a cabo en el Centro Cultural Kirchner (CCK): Sarmiento 151, CABA.

♦ Los horarios varían de la siguiente manera: 11 y 12 de julio de 9 a 18 - 13, 14 y 15 de julio de 9 a 20 – Del 16 al 31 de julio de 14 a 20h

♦ Entrada libre y gratuira

FUENTE: Infobae.

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